Una receta sin gluten, vegetariana, fácil, creativa económica, saludable y deliciosa. Ideal para un aperitivo, un brunch o como entrante acompañado con una saludable ensalada. Estos minicakes desaparecerán de la mesa en un santiamén.

 Ingredientes

120 g de calabacín

30 g de vino blanco

4 huevos

200 g de aceite de girasol

200 g de harina sin gluten (he usado el preparado panificable de Beiker)

1 sobre de levadura química sin gluten

1 pellizco de sal

100 g de queso azul

100 g de mozarella

20 g de nueces picadas

Preparación 

1- Colocamos en el vaso el calabacín  en trozos, el vino blanco y los huevos y programamos 1 minuto / 37 º / vel 5. Después, 2 minutos / vel 5 (sin temperatura).

2- Añadimos el aceite y programamos 15 segundos / vel 5.

3- Incorporamos al vaso la harina, la levadura y el pellizco de sal y mezclamos 8 seg / vel 6.Con esta masa  rellenamos 3/4 de los moldes engrasados de minicakes (o de magdalenas) y dejamos reposar en frío 30 minutos.

4- Precalentamos el horno a 180º y, pasado el reposo de la masa, cocemos los minicakes unos  20 minutos a 180º a media altura. Retiramos del horno, dejamos entibiar en los moldes y después los sacamos y dejamos enfriar sobre una rejilla.

5- Mientras se hornean los minicakes preparamos la crema de relleno colocando los dos quesos en el vaso limpio junto con la mitad de las nueces picadas y programando 4 minutos / 40º / vel 1. Una vez fríos los minicakes con un cuchillo practicamos un corte profundo pero que no llegue al fondo ni a los extremos y, con la crema de queso en una manga pastelera con boquilla lisa, rellenamos los minicakes. Luego espolvoreamos por encima con el resto de las nueces picadas.

Si los acompañamos con un buen vino serán un aperitivo perfecto.

 También podemos hacer unos cakes de tamaño mediano (molde de 20 x 10) y cortar rebanadas sobre las que poner la crema de queso y nueces.