Los condimentos son la alegría de nuestros platos, realzan y matizan sabores, aportan notas de contraste, acentúan aspectos de los ingredientes principales que componen una receta o simplemente están ahí, discretos pero vibrantes en el paladar, y marcan sutilmente ese "je ne sais quoi" que distingue como único el plato que los incluye. 

Estamos acostumbrados a comprarlos, pero preparar en casa nuestras propias mezclas de hierbas y especias o sales, aceites y vinagres aromatizados y salsas, además de ser una auténtica gozada muy satisfactoria, nos permite no sólo evitar aditivos sino que conseguimos unos productos gourmet hechos en casa, naturales y personalizados porque los ajustamos y equilibramos a nuestro gusto y eso es algo único.

El Thermomix® nos permite realizar estas tareas con enorme comodidad, limpieza y seguridad, así que ¿por qué no? Y si sumamos el bajo coste final del producto vamos a disfrutar de una gran variedad de opciones a buen precio, porque ya sabemos que encender el Thermomix® es un gesto de ahorro.

Propongo en esta ocasión una sal aromatizada deliciosa que, además, es de aprovechamiento absoluto y es que la Sal de pimientos asados sólo lleva dos ingredientes: sal y el jugo que sueltan los pimientos cuando los asamos y pelamos. Podemos hacerla más o manos intensa en función de la cantidad de jugo que utilicemos. Traigo la receta más rápida y sencilla, pero si queréis intensificar el sabor una vez terminada la elaboración, cuando ya esté bien seca la sal aromatizada, simplemente repetiremos el proceso desde el principio con esa sal y añadiendo de nuevo la misma cantidad de jugo.

Resulta ideal espovoreada en carnes, pescados y verduras. incluso con unos sencillos huevos fritos o spbre unas patatas fritas o asadas.