Uno de los sabores que incluiría en una definición sensorial del Somontano de Barbastro es el del cordero, el autóctono, el criado en los prados y montes del Alto Aragón, por algo tiene fama y denominación de origen. Resulta extrardinario tanto a la brasa, como al horno, en calderetas, guisos, con arroz, con pasta, con patatas...  sea como sea su sabor siempre queda realzado y bien acompañado casi con cualquier ingrediente, pero a mí me resulta delicioso y nunca faltan en mis recetas de cordero el ajo y el tomillo.

De entre las partes del cordero que más me gustan destaco el alorzado, o punta de costilla, por lo sabrosa y potente que resulta en los guisos; quizás sea, junto con el cuello, el corte más humilde, pero precisamente esa modestia es lo que le da el carácter y nos habla de su gran potencial en los guisos y en la mesa.

Así que, ya casi con el pensamiento puesto en el otoño que tenemos a un mes vista, en la economía de recursos que nos anuncia el comienzo del curso y en las gana de platos ya con un mínimo de temperatura me he puesto con este Arroz con alcorzado adaptado a la cocina con Thermomix® porque si algo caracteriza a éste es su temperatura estrictamente controlada que nos permite cocinar esos sofritos y guisados con la suavidad necesaria para extraer el sabor de cada ingrediente y conjuntarlo con el resto es lo más parecido, si no igual, a lo que hacían nuestras madres y abuelas, por eso nuestras recetas de guisos en Thermomix® salen siempre tan ricas que nos transportan a esas cocinas de antaño.

Un tip que os dejo: podemos preparar la primera parte de la receta y tenerla guardada en la nevera para terminarla al día siguiente o posteriores sólo llevándola a hervor al añadir el agua y continuándola desde el momento en el que se añade el arroz. De esta manera tener un delicioso y nutritivo plato nos va a costar un abrir y derrar de ojos.